Así comienza James Ellroy su proceso de catarsis
en ese descenso a sus infiernos interiores. Lo hace en “Mis rincones oscuros”.
James Ellroy padeció, a la edad de 10 años, el tremendo trauma de que su madre fuera asesinada. En ese momento él no lo supo y tuvo que esperar demasiados años para ser consciente de ello. Lo que representaría ese suceso en su vida.
Ellroy estructura sus recuerdos en cuatro partes.
El estilo del libro es directo, descarnado,
sin concesiones a la emotividad y ausente de florituras que intenten moldear las
palabras. Pocas veces he asistido a la lectura de un texto tan puro y tan
sincero. La cantidad de información que Ellroy da es incesante, hasta apabullarnos
y desbordar nuestra capacidad de asimilar tantos nombres y datos. Ellroy necesita
hablar y contar muchas cosas, como tantas estuvo buscando incansable, en la tierra
y en el tiempo. Deja fluir su testimonio de manera directa, sin pretender que asimilemos
todo cuánto nos dice. Simplemente desea que le leamos.
Tu huida a la seguridad fue un breve respiro. Me llevaste a tu escondite como un amuleto de la buena suerte. Te fallé como talismán; por eso, ahora me presento como tu testigo.
Tu muerte define mi vida. Quiero encontrar el amor que nunca tuvimos y explicarlo en tu nombre.
Quiero hacer públicos tus secretos. Quiero borrar la distancia que nos separa.
Quiero darte aliento.
Creí conocerte. Viví mi odio infantil como un conocimiento íntimo. Nunca te lloré. Agredí tu recuerdo.
Tú exhibiste una rectitud espartana. Los sábados por la noche, la olvidabas. Tus breves reconciliaciones te condujeron al caos.
No quiero definirte así. No quiero revelar tus secretos de una manera tan vulgar. Quiero saber dónde enterraste tu amor.
Tú me hiciste. Tú me formaste. Me diste una presencia fantasmal que brutalizar. Nunca me pregunté cómo rondabas fantasmagóricamente a los demás. Nunca me cuestioné el que poseyera tu espíritu.
No quería compartir mi derecho sobre ti. Te rehíce de manera depravada y te encerré bajo llave donde otros no pudieran tocarte. No sabía que el simple egoísmo invalidaba todas mis exigencias sobre ti.
Vives fuera de mí. Vives en lo pensamientos enterrados de desconocidos. Vives mediante tu fuerza de voluntad para esconderte y fingir. Vives gracias a tu fuerza de voluntad para evitarme.
Estoy decidido a encontrarte. Sé que no puedo hacerlo solo.
No quieres que yo lo sepa. El propósito de tu vida secreta era evitar la entrada de ciertos hombres. Huiste de los hombres y hacia los hombres y te quedaste en nada. Tenías la astucia del fugitivo y su camuflaje. Tu pasión de fugitiva te mató.
No puedes huir de mí. Yo he escapado de ti demasiado tiempo. Es aquí donde fuerzo una competición entre fugitivos.
Ahora es nuestro tiempo.
Te he robado la tumba. Te he revelado. Te he mostrado en momentos vergonzosos. He aprendido cosas de ti. Todo lo que he aprendido ha hecho que te ame más profundamente.
Aprenderé más cosas. Seguiré tus pasos e invadiré tu tiempo perdido. Dejaré al desnudo tus mentiras. Reescribiré tu historia y mientras tus viejos secretos estallan revisaré mis juicios. Lo justificaré todo en nombre de la vida obsesiva que me diste.
No oigo tu voz. Te huelo y percibo tu aliento. Te siento. Te rozas contra mí. Te has ido y quiero más de ti.
James Ellroy padeció, a la edad de 10 años, el tremendo trauma de que su madre fuera asesinada. En ese momento él no lo supo y tuvo que esperar demasiados años para ser consciente de ello. Lo que representaría ese suceso en su vida.
Ellroy estructura sus recuerdos en cuatro partes.
1) Dedicada a relatar el asesinato de su
madre.
2) Cuenta sus experiencias y vivencias en
su niñez/juventud.
3) Presenta al antiguo sheriff de
Homicidios que le ayudará a intentar encontrar al asesino.
4) Su madre.
La intensa búsqueda de un posible asesino,
que quizás no lo fue, no deja de ser la excusa para el reencuentro, más allá de
la vida, de un hijo que vivió la imagen de su madre deformada y que ha
necesitado del exorcismo del tiempo y los recuerdos para poder acercarse a ella.
Seguro que porque tanto la quiso, sin duda porque tanto la necesitó.
Son impresionantes las frases dedicadas a
su madre, al principio de cada capítulo y en el epílogo. La intensidad de lo
que expresan y su simplicidad indican un amor en estado puro, y una necesidad
insoportable de comunicación.
Ahí quedan para que cualquiera que se acerque
a ellas quede tan impresionado como aún permanezco yo.
La
pelirroja
Una vulgar noche de sábado acabó contigo.
Moriste de manera estúpida y violenta, y no tuviste los medios para defender tu
vida.Tu huida a la seguridad fue un breve respiro. Me llevaste a tu escondite como un amuleto de la buena suerte. Te fallé como talismán; por eso, ahora me presento como tu testigo.
Tu muerte define mi vida. Quiero encontrar el amor que nunca tuvimos y explicarlo en tu nombre.
Quiero hacer públicos tus secretos. Quiero borrar la distancia que nos separa.
Quiero darte aliento.
El chico
de la foto
Engañaste a la gente. Te entregaste en
pequeñas dosis y te reinventaste a voluntad. Tus movimientos reservados
anularon los medios para marcar tu muerte con la venganza.Creí conocerte. Viví mi odio infantil como un conocimiento íntimo. Nunca te lloré. Agredí tu recuerdo.
Tú exhibiste una rectitud espartana. Los sábados por la noche, la olvidabas. Tus breves reconciliaciones te condujeron al caos.
No quiero definirte así. No quiero revelar tus secretos de una manera tan vulgar. Quiero saber dónde enterraste tu amor.
Stoner
Tú eras un fantasma. Te encontré en las
sombras y tendí las manos hacia ti de muchas y terribles maneras. Tú no me
censuraste. Soportaste mis ataques y dejaste que me castigara a mí mismo.Tú me hiciste. Tú me formaste. Me diste una presencia fantasmal que brutalizar. Nunca me pregunté cómo rondabas fantasmagóricamente a los demás. Nunca me cuestioné el que poseyera tu espíritu.
No quería compartir mi derecho sobre ti. Te rehíce de manera depravada y te encerré bajo llave donde otros no pudieran tocarte. No sabía que el simple egoísmo invalidaba todas mis exigencias sobre ti.
Vives fuera de mí. Vives en lo pensamientos enterrados de desconocidos. Vives mediante tu fuerza de voluntad para esconderte y fingir. Vives gracias a tu fuerza de voluntad para evitarme.
Estoy decidido a encontrarte. Sé que no puedo hacerlo solo.
Geneva Hilliker
Estás a punto de huir. Tienes de tu parte
el tiempo y el sigilo. El tiempo favorece a los que huyen. Sus pasos desaparecen.
No se sabe cómo se esconden hasta que ya han desaparecido.No quieres que yo lo sepa. El propósito de tu vida secreta era evitar la entrada de ciertos hombres. Huiste de los hombres y hacia los hombres y te quedaste en nada. Tenías la astucia del fugitivo y su camuflaje. Tu pasión de fugitiva te mató.
No puedes huir de mí. Yo he escapado de ti demasiado tiempo. Es aquí donde fuerzo una competición entre fugitivos.
Ahora es nuestro tiempo.
(Final)
Ahora estoy contigo. Huyes, te escondes y
te encuentro. Tus secretos no estaban seguros conmigo. Te has ganado mi
devoción. El precio que has pagado ha sido verte expuesta públicamente.Te he robado la tumba. Te he revelado. Te he mostrado en momentos vergonzosos. He aprendido cosas de ti. Todo lo que he aprendido ha hecho que te ame más profundamente.
Aprenderé más cosas. Seguiré tus pasos e invadiré tu tiempo perdido. Dejaré al desnudo tus mentiras. Reescribiré tu historia y mientras tus viejos secretos estallan revisaré mis juicios. Lo justificaré todo en nombre de la vida obsesiva que me diste.
No oigo tu voz. Te huelo y percibo tu aliento. Te siento. Te rozas contra mí. Te has ido y quiero más de ti.
1 comentario:
Sin duda quiero leer este libro porque me ha cautivado la exposición que haces de el. Cuando lo haya leído si me ha impresionado tanto como a ti te lo haré saber.
Una admiradora.
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