Carta enviada a “elPeriódico” en Abril de 2010:
“LA TEORÍA DEL CAOS Y GUARDIOLA”
Guardiola es un filósofo del mundo del futbol, pero menos del juego del futbol. Mourinho lo acaba de poner en evidencia cuando ha aplicado “El efecto mariposa” con el juego del Barça.
Los de Guardiola cogían la pelota y entre pase y pase (y otro pase) iban aleteando como la mariposa para que al llegar la pelota al área del inter se desencadenara el caos, al rechazar éstos, de manera estridente, la pelota y devolvérsela al área del Barça, en un insulto humillante al mejor equipo del mundo. “No queremos la bola, para vosotros”. Y vuelta a empezar.
Guardiola ha demostrado que su filosofía del futbol ante un entrenador como Mourinho languidece en el campo. En Milán anularon a Messi y Xavi y no reaccionó. En el Camp Nou hizo los cambios tarde y mal. El de Linyola tenía que haber salido al empezar la segunda parte (o antes), en vez del torpón Ibrahimovic. Sacar dos delanteros a la vez, cuando ha consumido un tiempo precioso y ya veía que el juego estructurado del Barça se perdía en la maraña que había generado Mourinho, fue el elemental recurso de un entrenador atado a la filosofía de la pelota es mía. Por lo menos fue de agradecer que esta vez los jugadores del Barça no le cedieran pelotas a su portero, algo que siempre pensé sólo hacían los equipos malos. El Barça tuvo la pelota, por cortesía de Mourinho, pero el Inter creó el caos.
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Lo que publicó de la carta “elPeriódico” en Abril de 2010:
El caos del balón
Guardiola es un filósofo del mundo del fútbol, pero no tanto del juego del fútbol. Mourinho lo puso en evidencia. Los jugadores del Barça cogían la pelota y, entre pase y pase, iban aleteando como una mariposa hasta que, al llegar el balón al área del Inter, se desencadenaba el caos. Los defensas del Inter rechazaban el balón de manera estridente, en un insulto humillante al mejor equipo del mundo: «No queremos el balón, tenedlo vosotros». Y vuelta a empezar.
Ante un entrenador como Mourinho, la filosofía de Guardiola languidece en el campo. En Milán, el Inter anuló a Messi y Xavi, y Guardiola no reaccionó. En el Camp Nou, hizo los cambios tarde y mal: Bojan tenía que haber salido antes.
Es de agradecer que esta vez los jugadores del Barça no cedieran balones a su portero, algo que siempre pensé que solo lo hacían los equipos malos. El Barça tuvo el balón, por cortesía de Mourinho, pero el Inter creó el caos.
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